Un fin de semana diferente
Un fin de semana diferente: Ardía en deseos de hacer algo diferente: pasar una noche especial con el chico de mis sueños, acampando en una pequeña montaña cerca de la ciudad. El único problema era que no nos hablamos. Mientras que él era el nerd del salón. Yo era una chica tímida, delgada sin atractivos físicos, que no destacaba en nada. Siempre fui de espíritu libre; amaba la naturaleza, pero era mala para relacionarme con los muchachos de mi edad Terminé de escribir una nota, invitándolo a acampar conmigo. Sabía que nunca la entregaría, pero aun así la miré con satisfacción. Suspiré, doblé el papel y lo guardé en la bolsa de mi pantalón. Estaba muy inspirada, detallé en mi libreta lo que parecía ser el fin de semana ideal: “Tú y yo al natural, sin prejuicios, desnudos…” Seguí escribiendo “Como aperitivo: Unos sándwiches de jamón, otros de crema de maní. Una fogata improvisada. Repelente para los mosquitos, algunos libros, y una tienda de campaña. Actividad